Sigo la carrera artística de Luis Berrutti desde hace más de diez años y admiro en ella su gran versatilidad plástica y su código de coherencia. Este artista, formado en la prestigiosa escuela constructivista de Joaquín Torres García, se afincó en España después de un recorrido por América y Europa, principalmente en París. Ahora nos presente sus trabajos de los últimos cinco años en pintura, escultura y dibujo. Son todas ellas piezas concebidas en su amplio estudio abierto en la sierra norte de Madrid.
Como buen artista proteico se mueve por los materiales y pigmentos con desenvoltura. Cada idea o concepto le lleva, si solución de continuidad, a unos u otros. El resultado es la obra de un artista total que refleja su lenguaje y su pensamiento a través de todas las expresiones posibles, como lo hizo Picasso. Berrutti domina todos los registros: escultura, pintura, relieve, cerámica, dibujo, pastel, grabado... Domina los diferentes géneros y técnicas, y los combina con libertad y eficacia. Berrutti toma de su memoria y su reflexión personal unos personajes, animales u objetos que ha contemplado en sus vivencias o en su entorno. Pero su plasmación no es naturalista, mimética o repetitiva, sino reinterpretada de modo plástico con arreglo a su lenguaje personal y singular. Arte con una estética definida, que hunde sus raíces en las vanguardias y que aflora con una vitalidad y pujanza renovadas.
ESCULTURAS. Luis Berrutti nos ofrece una potente escultura hecha a base de hierros reciclados, con una paciencia de orfebre oriental. Aquí le vemos dibujar en el espacio sus figuras, que recorren un espectro amplio de representación: desde el Cristo crucificado hasta los hombres en los andenes o escaleras del metro suburbano, con todo su aire de personajes anónimos. A la vez que un rico bestiario de vaquillas, cabras, lagartos..., que el autor plasma con viveza y acierto. La piedra y la celulosa metálica son también materiales que el autor aborda al mismo tiempo que el hierro reciclado, porque para el escultor no caben compartimentos estancos. Cada motivo sugiere uno u otro material. Ante el bloque de piedra Berrutti busca que emerja su dinámica visual; todo un ejercicio de mirada, contemplación y arranque de lo superfluo para dejar a la vista la forma artística que lleva en su seno.
Para Berrutti el color en la escultura es capítulo importante y “el arte primitivo una referencia de la que él piensa que tiene mucho que aprender”, afirma con rotundidad.
Al contemplar la escultura de Berrutti uno no puede dejar de admirar la técnica de sus líneas de tensión acentuadas para bien acusar la forma o la visión patinada o cromática de sus superficies. Berrutti indaga el espacio y lo define en sus formas; dibuja en el aire porque antes ha intuido en él sus figuras. El artista huye de la representación real para dar cabida a la “acción plástica”. De ahí que genere nuevas formas, modifique las proporciones e introduzca sugerentes cambios de escala.
PINTURAS. Los críticos de arte aprendemos pronto que, frente a la escultura, rotunda y táctil, la pintura es siempre más ilusionística. En lienzos de gran formato, Berrutti plasma los duendes que habitan el aire, que conviven con él, con nosotros. No estamos solos, y esas criaturas invisibles, benignas y malignas, ángeles o demonios, nos circundan con su hálito. Son personajes que sobrevuelan en busca de autor, como en el teatro de Pirandello, son habitantes de la montaña, de nuestra cercanía, de la memoria; y son particularmente incisivos y presentes en el mundo de la noche, cuando el silencio los hace más perceptibles. Criaturas abismales que parecen reclamar protagonismo. Son duendes.
Memoria
Berrutti los convoca en la noche y los atrapa amorosa y pictóricamente en sus cuadros. Les da luz, soporte y vida. La luna, como una constante energía vicaria, aparece en obras sugerentes y mágicas.
DIBUJOS. Con grafito, carbón o pastel sobre papel tensado, el artista nos muestra los personajes de su fauna humana o su bestiario en un nuevo guiño plástico. El resultado artístico es diferente, ese quehacer diferenciado permite un diálogo inteligente y lúdico entre los materiales y soportes. Los dibujos llevan en sí la inmediatez del gesto, el deslizamiento inmediato y puntual de la mano del artista, la escritura igualmente automática que antes hiciera con la varilla de hierro en el aire... Esculturas, pinturas, dibujos... todo ello refleja el mismo mundo creativo de Luis Berrutti, un artista vital y de temple, con una trayectoria muy sólida forjada por el tesón de quien se consagra con empeño a su vocación a las Bellas Artes. Un creador de múltiples registros, que nos ofrece su rico y complejo mundo cifrado en formas, imágenes y signos. Unas piezas artísticas que son la condensación de su mirada y su memoria. Esa memoria que no es otra cosa que la imaginación fementada por el arte de su autor.
1955 Inicia estudios en la Escuela de Bellas Artes de Montevideo (Uruguay). 1959-65 Continua estudios con los maestros (Vicente Martín, Edgardo Riveiro y el escultor Yepes), formados en la “Escuela del Sur”, fundada por Torres García. 1968 Se titula como profesor de Artes Plásticas en Enseñanza Media. 1970-71 Beca de estudios de arte en París. 1973 Seleccionado en el Premio Internacional de Dibujo de la Fundación Joan Miró. 1976 Traslada su residencia a Ibiza. 1980 Regreso a la Península instalando su taller en Toledo, para practicar la forja en hierro.
EXPOSICIONES EN URUGUAY
1959-63-74 Premios adquisiciones con destino al Museo de Arte de San José (Uruguay). 1974 XX Salón Municipal de Artes Plásticas, premio adquisición.
EXPOSICIONES EN ESPAÑA
1977 Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, esculturas (colectiva). 1980 Sala Alfar, Madrid, escultura en cerámica. 1982 Galería Crac, Aranjuez, (Madrid), escultura. 1982 Premio Medalla de Plata, X Certamen Nacional de Escultura, Caja de Ahorros de Guadalajara. 1981-83 VI y VII Bienal del Tajo, participación con pintura y escultura. 1983 Conde Duque “Cristóbal Colón de Pintura” Madrid. 1988-89 Galería Miguel Ángel, Madrid, pintura. 1991 Seleccionado para formar parte de los museos de escultura al aire libre de Huelva, Taracena y Alcalá de Henares. 1993 Galería Santa Barbara, Madrid, pintura y escultura. 1994 Galería Raquel Ponce, Madrid, escultura (colectiva). 1995 Caja de Salamanca y Soria en Arevalo (Ávila), pintura y escultura. 2001 Galería El cantil, Santander, escultura, (colectiva).
Exposiciones previstas para el 2002: Galería El cantil, Santander y Centro Cultural de Colmenar Viejo.
Como buen artista proteico se mueve por los materiales y pigmentos con desenvoltura. Cada idea o concepto le lleva, si solución de continuidad, a unos u otros. El resultado es la obra de un artista total que refleja su lenguaje y su pensamiento a través de todas las expresiones posibles, como lo hizo Picasso. Berrutti domina todos los registros: escultura, pintura, relieve, cerámica, dibujo, pastel, grabado... Domina los diferentes géneros y técnicas, y los combina con libertad y eficacia. Berrutti toma de su memoria y su reflexión personal unos personajes, animales u objetos que ha contemplado en sus vivencias o en su entorno. Pero su plasmación no es naturalista, mimética o repetitiva, sino reinterpretada de modo plástico con arreglo a su lenguaje personal y singular. Arte con una estética definida, que hunde sus raíces en las vanguardias y que aflora con una vitalidad y pujanza renovadas.
ESCULTURAS. Luis Berrutti nos ofrece una potente escultura hecha a base de hierros reciclados, con una paciencia de orfebre oriental. Aquí le vemos dibujar en el espacio sus figuras, que recorren un espectro amplio de representación: desde el Cristo crucificado hasta los hombres en los andenes o escaleras del metro suburbano, con todo su aire de personajes anónimos. A la vez que un rico bestiario de vaquillas, cabras, lagartos..., que el autor plasma con viveza y acierto. La piedra y la celulosa metálica son también materiales que el autor aborda al mismo tiempo que el hierro reciclado, porque para el escultor no caben compartimentos estancos. Cada motivo sugiere uno u otro material. Ante el bloque de piedra Berrutti busca que emerja su dinámica visual; todo un ejercicio de mirada, contemplación y arranque de lo superfluo para dejar a la vista la forma artística que lleva en su seno.
Para Berrutti el color en la escultura es capítulo importante y “el arte primitivo una referencia de la que él piensa que tiene mucho que aprender”, afirma con rotundidad.
Al contemplar la escultura de Berrutti uno no puede dejar de admirar la técnica de sus líneas de tensión acentuadas para bien acusar la forma o la visión patinada o cromática de sus superficies. Berrutti indaga el espacio y lo define en sus formas; dibuja en el aire porque antes ha intuido en él sus figuras. El artista huye de la representación real para dar cabida a la “acción plástica”. De ahí que genere nuevas formas, modifique las proporciones e introduzca sugerentes cambios de escala.
PINTURAS. Los críticos de arte aprendemos pronto que, frente a la escultura, rotunda y táctil, la pintura es siempre más ilusionística. En lienzos de gran formato, Berrutti plasma los duendes que habitan el aire, que conviven con él, con nosotros. No estamos solos, y esas criaturas invisibles, benignas y malignas, ángeles o demonios, nos circundan con su hálito. Son personajes que sobrevuelan en busca de autor, como en el teatro de Pirandello, son habitantes de la montaña, de nuestra cercanía, de la memoria; y son particularmente incisivos y presentes en el mundo de la noche, cuando el silencio los hace más perceptibles. Criaturas abismales que parecen reclamar protagonismo. Son duendes.
Memoria
Berrutti los convoca en la noche y los atrapa amorosa y pictóricamente en sus cuadros. Les da luz, soporte y vida. La luna, como una constante energía vicaria, aparece en obras sugerentes y mágicas.
DIBUJOS. Con grafito, carbón o pastel sobre papel tensado, el artista nos muestra los personajes de su fauna humana o su bestiario en un nuevo guiño plástico. El resultado artístico es diferente, ese quehacer diferenciado permite un diálogo inteligente y lúdico entre los materiales y soportes. Los dibujos llevan en sí la inmediatez del gesto, el deslizamiento inmediato y puntual de la mano del artista, la escritura igualmente automática que antes hiciera con la varilla de hierro en el aire... Esculturas, pinturas, dibujos... todo ello refleja el mismo mundo creativo de Luis Berrutti, un artista vital y de temple, con una trayectoria muy sólida forjada por el tesón de quien se consagra con empeño a su vocación a las Bellas Artes. Un creador de múltiples registros, que nos ofrece su rico y complejo mundo cifrado en formas, imágenes y signos. Unas piezas artísticas que son la condensación de su mirada y su memoria. Esa memoria que no es otra cosa que la imaginación fementada por el arte de su autor.
1955 Inicia estudios en la Escuela de Bellas Artes de Montevideo (Uruguay). 1959-65 Continua estudios con los maestros (Vicente Martín, Edgardo Riveiro y el escultor Yepes), formados en la “Escuela del Sur”, fundada por Torres García. 1968 Se titula como profesor de Artes Plásticas en Enseñanza Media. 1970-71 Beca de estudios de arte en París. 1973 Seleccionado en el Premio Internacional de Dibujo de la Fundación Joan Miró. 1976 Traslada su residencia a Ibiza. 1980 Regreso a la Península instalando su taller en Toledo, para practicar la forja en hierro.
EXPOSICIONES EN URUGUAY
1959-63-74 Premios adquisiciones con destino al Museo de Arte de San José (Uruguay). 1974 XX Salón Municipal de Artes Plásticas, premio adquisición.
EXPOSICIONES EN ESPAÑA
1977 Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, esculturas (colectiva). 1980 Sala Alfar, Madrid, escultura en cerámica. 1982 Galería Crac, Aranjuez, (Madrid), escultura. 1982 Premio Medalla de Plata, X Certamen Nacional de Escultura, Caja de Ahorros de Guadalajara. 1981-83 VI y VII Bienal del Tajo, participación con pintura y escultura. 1983 Conde Duque “Cristóbal Colón de Pintura” Madrid. 1988-89 Galería Miguel Ángel, Madrid, pintura. 1991 Seleccionado para formar parte de los museos de escultura al aire libre de Huelva, Taracena y Alcalá de Henares. 1993 Galería Santa Barbara, Madrid, pintura y escultura. 1994 Galería Raquel Ponce, Madrid, escultura (colectiva). 1995 Caja de Salamanca y Soria en Arevalo (Ávila), pintura y escultura. 2001 Galería El cantil, Santander, escultura, (colectiva).
Exposiciones previstas para el 2002: Galería El cantil, Santander y Centro Cultural de Colmenar Viejo.
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